XAntes de la llegada de
los españoles el noroeste de México fué habitado por un
conglomerado de grupos nómadas que nos han dejado una
herencia cultu-ral invaluable.
Grabados en piedra o petrograbados, pintura mural en cuevas
y refugios han hido apareciendo en todo este vasto
territorio, la gran cantidad de vestigios, nos hace pensar
en una larga permanencia y numerosa población, solo en Boca
de Potrerillos, N.L.
se cuenta con más de diez mil petrograbados |